Los trucos de Méliès

 


Una de las cosas que más me apasionaron de la carrera fueron todas aquellas asignaturas de cine que hice. En ellas pude descubrir algo más de lo que los libros nos pueden enseñar y géneros de cine que no hubiera imaginado nunca que existieran entre ellos, descubrí el cine de atracciones. Me apasionó su historia y toda su parte técnica, esto fue así que decidí que el trabajo de fin de carrera lo dedicaría a este tema.

En un futuro me gustaría ampliar este trabajo que hice en su día e investigar, entre la poco bibliografia que hay sobre el tema, más sobre este mundo de fantasía. Hasta el momento te iré compartiendo algunos de los temas que trabajé en este estudio y quiero empezar con un tema bastante goloso como son los trucajes del más grande en este mundo, George Méliès. 

¡Vamos allá!

Méliès fue el creador de muchos trucos por este motivo se han seleccionado los trucos que podemos ver más a menudo a sus películas para analizarlos.

El primer truco que se analizará es también el primer truco que descubrió Georges Méliès. El truco es lo que conocemos como parada técnica o parada por sustitución. Este truco consistía en detener la cámara durante la grabación e incorporar o sacar de escena a un objeto o una persona. Una vez dentro o fuera de escena seguir grabando como si la acción siguiera.

Para poder entender mejor este truco lo podemos hacer visualizando la primera película de trucajes que hizo Méliès, Escamotage d'une dame chez Robert Houdin (1896). Este film está basado en un truco de magia que realizó el ilusionista guata de Koltès. Méliès hizo desaparecer la mujer de la siguiente manera: cuando él la cubría con el pañuelo a la mujer paraba la grabación ella salía de escena y se seguía grabando, al levantar el pañuelo del espectador veía que había desaparecido. Para causar más impacto, y huir de los cánones del teatro, hace aparecer como por arte de magia un esqueleto, también siguiendo la misma técnica de la parada técnica, y finalmente hace volver a reaparecer a la mujer sentada en la silla.

Otro de los trucos que hay que hacer referencia es el que se usaba para grabar elementos voladores. Por este trucaje Georges Méliès hizo construir pasarelas de vidrio con un suelo metálico. Este lugar era donde los trabajadores hacían accionar los mecanismos para hacer volar o nadar diferentes personajes y o objetos.

El segundo trucaje a hacer referencia se trate el de uso de maquetas para poder grabar según qué escenas. Normalmente las utilizaba para filmar barcos navegando por el mar. Méliès hacía navegar este pequeños barcos para cubetas de agua.

A continuación otro trucaje que había utilizado era el que usaba para grabar escenas submarinas. Para hacer creer al espectador que los personajes se encontraban bajo el agua ponía entre la escena a filmar y la cámara un acuario con peces vivos. De esta manera una vez se veía la escena proyectada además de ver la acción que interpretaban los actores se veía la fauna acuática.

Estos tres ejemplos de trucajes los podemos encontrar reflejados en la película Le royaume des Fées (1903). En cuanto el primer trucaje del que hemos hablado observamos como las sirenas nadan de un lado a otro de la escena como si estuvieran en medio del mar, éstas eran sujetadas por cables a las pasarelas y los operadores se encargaban a moverlas de un lado a otro. En cuanto al trucaje que hablábamos de las maquetas, en este film podemos ver como un pequeño barco pasaba una serie de problemas hasta que naufraga, es en este momento cuando vemos que Méliès provoca en el agua de la cubeta un tipo de movimiento similar al que se puede producir durante una tormenta en el mar. Por el tercer tipo de trucaje que hemos mencionado lo podemos ver una vez el barco naufraga y va a parar el fondo marino y descubrimos todo el universo que hay debajo del agua y con la utilización del acuario hace que parezca mucho más creíble.

En otras ocasiones, cuando quería realizar una vista más atrevida, utilizaba lo que llamamos cámara cenital. Colocaba una cámara colgada en una de las pasarelas superiores y filmaba el decorado que se encontraba mismas a tierra y por donde el actor hacía movimientos imposibles en condiciones normales.

Este truco lo podemos ver en el film L'homme mouche (1902). Observamos como un hombre hace todo tipo de movimientos extraños en la fachada de un palacio.

Como hombre de teatro que era quiso adaptar al cine algunas de las ilusiones que se utilizaban en este campo. Una de las fantasías que adaptó fue la las caídas vertiginosas. Estas caídas se hacían mediante una tela pintada que el operador, desde una posición elevada, hacía subido de abajo arriba mientras el actor era colgado con un cable invisible desde las alturas y ante el fondo pintado donde hacía movimientos extravagantes como si perdiera el equilibrio.

Este efecto especial lo encontramos en muchos de los films que realiza en Méliès todo aquellos que los personajes bajan a los infiernos. Pero si citamos un film de ejemplo podemos citar el film Les quatre cents farces du diable (1906)

Los trucos evolucionan y la manera de crearlos también. Este sería el caso del truco llamado sustitución por montaje que consiste en que dos personajes realicen una misma acción y se graben por separado. Entonces, en la sala de montaje, se corta la película en el mismo punto de la acción de los personajes y se empalma la cinta. Al proyectar nos parece que el personaje se ha transformado.

En el film Le locataier diabolique (1909) observamos como el habitante de un apartamento lo decora tirando los cuadros y espejos en la pared y quedan pegado olmo por arte de magia. Este efecto lo conseguimos de la misma manera que como hemos explicado anteriormente: lanzando el cuadro, parar la grabación, fijarlo a la pared y seguir rodando. Después en la sala de montaje se cortaban los fotogramas y empalmaban en el momento exacto de la adhesión al muro.

Crea una nueva técnica que la conoceremos con el nombre de fundidos de doble exposición. Este truco servía para hacer aparecer o desaparecer personajes de manera gradual. Lo que se hacía era grabar una o varias veces sobre una cinta para sobreimpresionado imágenes. Estas sobreimpresiones también las podemos encontrar en reservas de negativo sobre fondo negro. El fondo negro era muy adecuado para poder hacer estas reservas de negativo, no quedaba impresionado ningún tipo de imagen ya la hora de volver a grabar en la imagen se veía perfectamente.

El ejemplo que mejor refleja este truco es Las cartas vivantes (1904). En el film, Mélies nos muestra una carta gigante encima de una tarima. En este momento rebobina la película hasta donde él cree que se puede crear la fusión de imágenes. Es en este momento cuando se cambia la carta por una carta blanca y se coloca una señora vestida como el dibujo de la carta y con la misma posición, seguidamente se vuelve a grabar. Lo que es un detalle importante es que la persona que acompaña la escena, en este caso George Méliès, en todo este cambios de cosas de escena antes de volver a grabar debe mantener la posición porque al proyectar la imagen no haya ningún efecto extraño. Cuando se visualiza el film podemos ver cómo se fusionan sutilmente las dos tomas.

Para finalizar hay que mencionar el truco más importante y también el más complicado que realizó en Georges Méliès a lo largo de su carrera. Este es el que lo llamamos con el nombre de la multiplicación de cuerpos o cabezas.

Para explicar este truco en serviremos del ejemplo del film Le mélomane (1903). Se utiliza un fondo negro para filmar la escena ya que de esta manera se notan mucho menos los trucos. En escena encontramos lo que representa un palo de telégrafos de cinco cables que entenderá en el film como un pentagrama. El director musical, interpretado por Méliès, lanza contra los cables una clave de sol que quedará pegada (este truco será realizado con la técnica de sustitución por montaje). En un papel nos dibuja una nota musical con una cara, con esto nos quiere decir que las notas que pondrá en el pentagrama será su cabeza. A continuación utiliza su batuta como línea de compás (también pegada con la técnica de sustitución por montaje). Y es en ese momento cuando comienza el gran truco que le dará gran fama: Se separa la cabeza de los hombros lo lanza contra el pentagrama y se quedará pegado y se moverá. Pero como lo hace? Coge una cabeza hoz de cartón y se pone una capucha negra, que queda fusionada con el fondo. Este es el fin que lanzará arriba y se fija y se convierte en su rostro. Esto es posible porque, gracias a otro montaje de sobreimpresión. En un fondo negro Méliès eleva a la altura deseada, vestido con una capa negra, y filma las expresiones del rostro. A continuación, y de nuevo mediante el montaje, aparece la cabeza sobre los hombros de Georges Méliès después de quitarse la capucha. Esta acción la repetirá cinco veces más desplazándose hacia su izquierda teniendo en cuenta las marcas que hizo en el suelo para no estropeado todo lo que ya estaba filmado. Por tanto la película pasará por la cámara 7 veces para obtener el resultado que vemos hoy en día. Para saber hasta dónde tenía que rebobinar la cinta para retomar la grabación contaba las vueltas que daba a la manivela al filmar.

Encontramos otros ejemplos en el repertorio de Georges Méliès con este tipo de montaje como por ejemplo el film L'homme-orchestre (1900)

Después de ver todos estos ejemplos de trucajes nos podemos llegar a hacer una idea de cómo podían ser los rodajes de las películas y del impacto que podía causar este filmes a la sociedad con todas estas innovaciones técnicas


Fuentes:
Documental de Jacques Meny La magia de Méliès (1997)

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